El titular de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, y el director general de Combustibles del MIC califican como una represalia de Argentina la retención de camiones con gas en la frontera.
Mientras, una veintena de camiones cargados con Gas Licuado de Petróleo (GLP) sigue esperando la autorización de la Administración Central de Argentina para abordar la balsa en Puerto Pilcomayo, Clorinda, Provincia de Formosa, con destino al Puerto Itá Enramada, Asunción, la retención arbitraria dispuesta por el vecino país genera cuestionamientos de distintos sectores.
La medida unilateral, que según las autoridades locales no se fundamenta en reglamentaciones aduaneras o en la carencia de documentaciones, es interpretada como una decisión política del gobierno del vecino país, en el marco del impasse entre Paraguay y Argentina por el cobro del peaje en la Hidrovía Paraguay – Paraná y las disposiciones adoptadas, en consecuencia, por el Gobierno local.
El Ministerio de Relaciones Exteriores aún no se pronunció al respecto. No obstante, fuentes indicaron que se solicitó un informe a las autoridades argentinas sobre la retención arbitraria de los camiones.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, quien forma parte del movimiento oficialista, considera la retención como una “retaliación” (venganza) del gobierno argentino por el retiro del 100% de la energía en Yacyretá, así como por las otras medidas adoptas por Paraguay en el marco del conflicto por el peaje en la Hidrovía.