El IPS plantea nuevas medidas ante la alerta por una crisis financiera en la caja jubilatoria. Entre las propuestas está la posibilidad de aumentar el promedio que se toma para calcular la jubilación.
José Velázquez, director de la Asesoría Actuarial del Instituto de Previsión Social (IPS), habló este jueves a través de Monumental 1080 AM respecto al informe actuarial que se presentó y ante el cual se plantean medidas urgentes como consecuencia de la complicada situación financiera que se tiene actualmente en el Fondo de Jubilaciones y Pensiones.
El profesional sostuvo que se trata de una evaluación que se realizó en el 2021, con estimaciones del 2020, mediante la cual se reporta que la previsional entraría en un primer momento crítico si no se toman medidas urgentes, debido a que los aportes obreros ya no alcanzan para cubrir las jubilaciones.
Explicó que, desde el 2020, sobre todo ante la pandemia del Covid-19, comenzó a utilizarse la renta generada por año o la ganancia de la reserva para cubrir las jubilaciones, mientras que ahora está en riesgo que se tengan que usar también las reservas. Afirmó que esto podría incluso dejar en saldo rojo el fondo jubilatorio, lo que finalmente causaría un colapso al IPS.
“Se encontró que una de las principales variables es la inflación, que inclusive el pronóstico del BCP se superó ampliamente, sumado al aguinaldo o beneficio adicional anual y otras cuestiones. Si no tomamos medidas, vamos a empezar a utilizar las reservas y en última instancia pueden acabar las reservas”, detalló.
Buscan aumentar promedio
Ante esto, Velázquez dijo que entre las principales medidas que se plantean o analizan está buscar una fuente de financiamiento para el beneficio adicional y aumentar el periodo promedio.
Actualmente, para hacer el cálculo de la liquidación del haber jubilatorio se tiene en cuenta un promedio de los 36 meses (tres años) de aportes anteriores al último mes de aporte. Esto se pretende aumentar a 120 meses, es decir, 10 años.
“Como jubilados reciben 13 beneficios, lo que se plantea es buscar una fuente de financiamiento para ese beneficio adicional. El de más urgencia es el periodo de gerencia o tiempo que se toma para cuantificar el promedio. La propuesta concreta es pasar de los 36 a 120 meses y, de esos 120, obviamente tiene que ser actualizado para que no pierda el poder adquisitivo”, señaló.
Dijo que lo que se aporta como trabajador tiene que “representar cuando uno se jubila” y que se propone también que los cambios se realicen de forma gradual y no inmediata, aplicando en principio solo a los nuevos aportantes.
“Eso funcionó en varios de los países. Hoy en día se estudia la sostenibilidad de un sistema bajo tres principios: la cobertura, la solvencia financiera y la suficiencia de los recursos. Si nosotros no logramos dar una prestación adecuada, la gente no va a querer entrar al sistema, va a haber muchas evasiones y fiscalizaciones. Si empezamos a dar una prestación muy alta, va a haber sobrecostos”, acotó.
Aseguró que, de cada unidad monetaria que aporta, el jubilado recibe entre tres a cinco veces más, por lo que advirtió que, si se continúa de la misma manera, “el sistema no va a ser solvente desde el punto de vista financiero”.