Israel lanzó hoy cientos de bombardeos en la Franja de Gaza, cuatro días después del sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de Hamas en su territorio, y expandió una movilización sin precedentes de reservistas en posible preparación de una ofensiva terrestre en el enclave palestino, donde la situación humanitaria se deterioraba rápidamente, en una escalada de la violencia que ya dejó más de 1.800 muertos.
El Ejército israelí dijo a su vez que varios cohetes fueron lanzados hoy hacia Israel desde la Franja, incluyendo uno que mató a dos trabajadores extranjeros, y 15 cohetes más desde el sur del Líbano, y que luego bombardeó posiciones del movimiento islamista libanés Hezbollah en la zona de donde provinieron estos últimos ataques, que no fueron reivindicados.
Pero, además, el Ejército también denunció el lanzamiento de misiles desde Siria hacia territorio israelí, varios de los cuales cruzaron la frontera e impactaron en zonas abiertas, sin que hubieran causado víctimas, y afirmó que replicó el ataque.
Después de que el sábado cientos de milicianos de Hamas se infiltraran en Israel, llevando combates a sus calles por primera vez en décadas y matando a cientos de civiles, el Ejército anunció que restableció el control de la frontera con la Franja de Gaza, tras haber afirmado ayer que había retomado todas las localidades del sur atacadas por el grupo islamista.
La escalada ya dejó más de 1.800 muertos en ambos lados, mientras unos 150 civiles o soldados están retenidos por Hamas y otros grupos armados palestinos dentro de la Franja de Gaza.
En un indicio de un posible agravamiento del conflicto, Israel expandió hoy su convocatoria de reservistas a 360.000, informó la prensa local, luego de que el Ejército dijera ayer que había llamado a 300.000.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó ayer que los ataques en Gaza recién habían empezado, en medio de especulaciones sobre si su país lanzará una ofensiva terrestre en el territorio, una estrecha franja de tierra enclavada entre el mar Mediterráneo, Egipto e Israel, en la que viven 2,3 millones de personas.
Israel bloquea la región desde que Hamas arrebató su control al Gobierno autónomo palestino, en 2007, y ayer anunció un «asedio completo» que detuvo totalmente el ingreso de alimentos, combustible y suministros a la Franja de Gaza, y que le cortaba también la provisión de agua que depende de Israel.
Egipto, en tanto, anunció hoy que cerraba el único paso fronterizo hacia la Franja, que pasa por la ciudad palestina de Rafah, por un ataque aéreo israelí que lo dejó inutilizable, lo que reducía a cero las posibilidades de los gazatíes de escapar de la región.
El Ejército israelí dijo que anoche bombardeó cientos de blancos en Rimal, un exclusivo barrio del centro de Ciudad de Gaza -la ciudad más grande de la Franja- que alberga a ministerios del Gobierno de Hamas, universidades, oficinas de medios y ONG humanitarias.
Luego de horas de incesantes ataques, residentes de Rimal pudieron salir de sus casas al amanecer, para encontrarse con edificios destruidos por los bombardeos. En las calles se veían autos y árboles carbonizados en medio de grandes cráteres, informó la cadena de noticias BBC.
En otro ataque, al sur del territorio, murieron el ministro de Economía del Gobierno de Hamas en la Franja y otro funcionario del grupo islamista. Hamas dijo que el ministro Jawad Abu Shammala y el comandante Zakaria Abu Maamar fallecieron anoche en la ciudad de Khan Yunis.
En respuesta a los ataques aéreos de Israel, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, dijo ayer que el grupo matará a un civil israelí cautivo cada vez que Israel apunte a civiles en sus hogares en Gaza «sin previo aviso».
El canciller israelí, Eli Cohen, advirtió a Hamas que no dañara a ninguno de los rehenes.