Rompieron relaciones el año pasado y se reclaman ahora millones de libras por incumplimiento de contrato y falta de ética profesional. Coldplayy Dave Holmes, quien representó a la banda inglesa durante dos décadas hasta 2022, se han enzarzado en una enconada disputa que podría concluir en un sonado juicio público en el Alto Tribunal de Inglaterra y Gales. Las partes enfrentadas se demandan mutuamente indemnizaciones de entre 10 y 14 millones de libras (11.5 y 16.2 millones de euros al cambio de hoy) por supuesto impago de comisiones e incumplimiento de obligaciones contractuales.
Holmes dio el primer paso en la vendetta legal contra los cuatro músicos -Chris Martin, líder y vocalista; Guy Berryman, bajo; Johnny Buckland, guitarra; y Will Champion, batería- para quienes trabajaba desde 2001. Con la banda embarcada en su pionera gira ecológica Music of the Spheres, con nuevas fechas añadidas al itinerario mundial hasta verano de 2024, el ya despedido mánager les reclamó 10 millones de libras en comisiones pendientes en una querella remitida al Alto Tribunal, con sede en Londres.
La respuesta del grupo de Chris Martin ha sido clara y directa. Acusan a Holmes de aprovecharse financieramente de su asociación con la banda, de malgastar en equipamiento técnico y descuidar la producción de la gira mundial. Le exigen 14 millones de libras en daños y perjuicios, de acuerdo con el dominical The Sunday Times, que tuvo acceso al texto de la contrademanda.
Coldplay alega que su viejo representante les utilizó como aval encubierto en un par de préstamos que solicitó a Live Nation, la multinacional que promociona giras y gestiona la venta de entradas para los conciertos de grandes y pequeños artistas. De acuerdo con el periódico, Holmes tuvo acceso a fondos de 20 y 10 millones de dólares, en sendas transacciones de 2015 y 2018, al reducido tipo de interés del 2.72%, con los que habría financiado un proyecto inmobiliario «en o alrededor de Vancouver, Canadá».
La banda argumenta que Holmes logró ambos créditos «gracias a su posición como mánager de Coldplay» y alega conflicto de intereses en su doble negociación con Live Nation. En el alegato escrito se recoge la sospecha de que el entonces representante no habría estado dispuesto a negociar las mejores condiciones en la gestión de Music for the Spheres debido a la deuda contraída con la empresa productora.