Cinco de nueve departamentos de Bolivia atraviesan sequías y en algunos la distribución de agua potable a comenzó a racionarse, informaron diferentes autoridades regionales. Las regiones de La Paz, Cochabamba (centro), Oruro (oeste), Chuquisaca (sureste) y Potosí (suroeste) sufren una escasez del recurso natural, por escasez de las lluvias.
El gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez, dijo que se aprobó un decreto “que declara emergencia departamental”, ante la sequía y escasez de agua. La declaratoria de emergencia permite la asignación de más recursos económicos para enfrentar los problemas y la movilización de más personal de emergencia y ayuda.
La ciudad de Potosí, un emporio minero, es uno de los más afectados. El agua por cañería domiciliaria se raciona a la ciudad de unos 270.000 habitantes y algunos barrios son abastecidos, con grandes limitaciones, con camiones cisternas. Empero, el dirigente vecinal potosino, Irineo Bejarano, señaló que hay barrios “donde no se les está suministrando agua potable”.
El jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Huáscar Alarcón, señaló por separado que el calor y la escasez de agua está motivando “la proliferación de muchas bacterias, parásitos y virus” y, por ende, mayores “contagios diarreicos”.
Eva Copa, alcaldesa de la ciudad de El Alto donde está el aeropuerto que sirve a La Paz, llamó a la población de 1,1 millón de personas “a hacer un uso del agua de forma razonable”, debido a que una represa que alimenta a la ciudad está a su 50 % de capacidad y que garantiza dar el líquido hasta febrero del próximo año.