Al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset le faltaban unos datos para completar un cargamento de más de 4.500 kilos de cocaína. Necesitaba confirmar los “puntos” de Uruguay para cerrar el envío a un contacto que, junto a su colega paraguayo Miguel Insfrán Galeano (conocido como Tío Rico), llamaban Singapur. “Hoy tengo que dar una respuesta. Mañana se van a meter las cosas a la noche. Iban a ir el Colo y el Gordo pero mejor enviar al Colo y a una persona de tu confianza creo. Vos qué opinas, vos pones entonces una persona, mi bro”, le escribió Marset.
El mensaje fue enviado a través de la aplicación Sky ECC y se incorporaron a la carpeta de investigación judicial contra Tío Rico en Paraguay. Los detalles del chat se desprenden de un análisis que hizo la Fiscalía del país para acusar al narco paraguayo por narcotráfico, lavado de activos y asociación criminal en el caso A Ultranza Py. Como pruebas, el fiscal analizó el testimonio de 90 personas, además de 1.600 documentos, entre los que aparecen los chats con Marset, el narcotraficante uruguayo prófugo de la Justicia.
Ese mensaje, de finales de agosto de 2020, muestra cómo Marset coordinó con Insfrán el envío de avionetas cargadas con cocaína que aterrizaron en el litoral de Uruguay, según los documentos judiciales informados por La Diaria. “Es mucha mercadería. Me imagino que también debés entreverarte. Por eso anoto”, le envió el uruguayo a su colega.
La misma comunicación muestra que Marset quería “cerrar el año” de forma exitosa y le propuso a Tío Rico hacer dos trabajos de 5.000 kilos. Fueron tres envíos los concretados en los últimos cuatro meses de 2020 (un total de 14.597 kilos), que le permitieron a la organización tener ganancias por USD 365 millones, si se consideran los valores del mercado europeo (USD 25.000 el kilo), que es lo que toma como referencia la Secretaría Nacional Antidrogas paraguaya.
Pero esa cantidad de dinero es solo una muestra. A finales de agosto, otros mensajes de Marset detallan otros envíos que tenían previstos para esa fecha. “Luego 2400 para un trabajo más con presidente. 2000 más para el trabajo que vamos a hacer nosotros con Singapur y 1800 para completar 4000 con coflas y resiliencia. Y ese trabajo con 2000 de corso”, escribió.
Singapur, Presidente, Resiliencia y Coflas son todos apodos para personas vinculadas a la organización. Corso, en tanto, es una de las marcas distintivas que se colocaban en los paquetes de cocaína para identificarlas cuando llegaban al puerto europeo, consignó el medio uruguayo.