“Agradezco también porque, por primera vez en 200 años de la República, me convertiré en la primera mujer presidenta de México. Y, como lo he dicho en otras ocasiones, no llego sola, llegamos todas con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras”, expresó en un mensaje en la Ciudad de México.
Estas fueron las primeras declaraciones de Sheinbaum tras el conteo rápido del INE, que estima de manera oficial un rango de entre 58,3 % y el 60,7 % de los votos para la oficialista por encima del 26,6 % a 28,6 % de su rival más cercana, la opositora Xóchitl Gálvez, y el 9,9 % a 10,8 % de Jorge Álvarez Máynez.
Además, la candidata previó que su alianza del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), con el Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM) se lleve la mayoría calificada, de dos tercios de la Cámara de Diputados y del Senado, con lo que podría reformar la Constitución sin negociar con la oposición.
Seguir el camino de López Obrador
Con ello, proyectó impulsar las políticas del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“Quiero agradecer a millones de mexicanas y de mexicanos que decidieron votar por nosotros en esta histórica jornada para avanzar con la cuarta transformación de la vida pública de nuestro país”, manifestó.
Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023), basó su campaña en prometer continuidad a los proyectos de López Obrador, mientras que la alianza opositora de Gálvez la acusó de representar el “autoritarismo”.
Entre las reformas constitucionales que propuso López Obrador está la militarización de la Guardia Nacional, una modificación al sistema electoral y elegir por voto popular a jueces y miembros de la Suprema Corte.
Pero la aspirante sostuvo que concibe “un México plural, diverso y democrático” en el que “el disenso forma parte de la democracia”.
“Y aunque la mayoría del pueblo respaldó nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingo”, aseveró.
También prometió “garantizar las libertades de expresión, de prensa, de reunión, de concentración y movilización”.
“Somos demócratas y por convicción nunca haríamos un gobierno autoritario ni represor. Respetaremos también la diversidad política, social, cultural y religiosa, la diversidad de género y sexual”, afirmó.