Los demócratas corren contra el reloj este lunes para encontrar a un nuevo candidato a las elecciones de noviembre en Estados Unidos después de que el presidente Joe Biden se retirara de la contienda y dejara al partido en un territorio desconocido.
El Partido Demócrata ha prometido un “proceso transparente y ordenado” para sustituir en la campaña al presidente de 81 años, quien cedió el domingo ante un creciente clamor para que se hiciera al costado. Las dudas sobre su salud y su capacidad para vencer al republicano Donald Trump en las urnas hicieron que tirara la toalla cuando falta poco más de tres meses para las presidenciales.
Los demócratas deberán ahora confirmar a un nuevo candidato en la convención partidaria que se celebrará en Chicago a partir del 19 de agosto. Pero es posible que no esperen a esa fecha. La favorita por el momento es la vicepresidenta Kamala Harris. No solo recibió el “total apoyo y respaldo” de Biden, sino también el del expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, ex secretaria de Estado. Y sobre todo el respaldo de dos posibles rivales de peso: los gobernadores Gavin Newsom y Gretchen Whitmer.
Los congresistas demócratas, incluidos al menos un tercio de los senadores estadounidenses, se han unido en torno a ella. Pero otros como el jefe de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y su influyente predecesora, Nancy Pelosi, hasta el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, permanecieron en silencio. El expresidente Barack Obama tampoco la mencionó.
“Navegaremos en terreno desconocido durante los próximos días”, dijo Obama en un comunicado. “Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente”, añadió.
El “mayor honor”
Así las cosas, Harris, que es negra y de familia originaria del sur de Asia, además de la única mujer vicepresidenta en la historia de Estados Unidos, no parece tener rivales serios. De todos modos cualquier contrincante está muy limitado para lanzar una candidatura alternativa.
Los delegados de la convención han sido informados de que el 1 de agosto se votará la candidatura de Harris, más de dos semanas antes de la reunión, informó la CBS. Si los demócratas no se ponen de acuerdo podría celebrarse una convención abierta a otros candidatos en Chicago, pero por el momento nada indica que vaya a suceder.
“Sí, hay un proceso por el que pasar y, sí, ella debe ganárselo. Pero se lo ganó de muchas maneras cuando Joe Biden la eligió para ser su vicepresidenta”, opinó la exsenadora por Missouri Claire McCaskill en MSNBC.
La candidatura demócrata ya estaba en la cuerda floja desde el desastroso desempeño de Biden en el debate de junio contra Trump, quien salió reforzado y vive días de gloria tras sobrevivir a un intento de asesinato y asistir a una convención republicana que le rindió culto.
Biden se empeñó durante más de tres semanas en seguir en la carrera ignorando las peticiones de que dimitiera, hasta que el domingo tiró la toalla con un anuncio en la red social X, mientras se recupera de covid en su casa de la playa de Delaware (este). El demócrata afirmó que ser presidente ha sido el “mayor honor” de su vida y prometió dirigirse a la nación esta semana.