
Un informe de autoría de la Superintendencia de Salud realizada en el Hospital Regional de Villarrica tras la muerte por negligencia de un recién nacido, reveló numerosos errores cometidos por el Ministerio de Salud Pública (MSPBS), que habilitó la terapia neonatal en el departamento de Guairá “solo para la foto” del momento.
La imprudencia propició la muerte del pequeño Osman Eliel, quien después de esperar por unas 10 horas, fue trasladado hasta Asunción porque la UTI neonatal inaugurada días antes en Villarrica por el presidente de la República, Santiago Peña, la ministra de Salud, María Teresa Barán y otras autoridades, había sido desmantelada para refacciones que no se realizaron en tiempo. Pese a los “detalles” que faltaban en la obra, el Gobierno Nacional procedió a la acelerada habilitación.
Además de afirmar que la terapia neonatal de Villarrica fue “inaugurada de forma prematura y sin garantías de una operatividad real” en ese momento y, que la “cadena de atención clínica, administrativa y logística involucrada en este caso presentó fallas en todos sus niveles”, el informe de la Superintendencia de Salud, evidencia -a través de las declaraciones de los involucrados- que la UTI neonatal inaugurada pomposamente por el Gobierno Nacional, se realizó de manera negligente.
Según se puede verificar en el informe realizado por un equipo auditor conformado por 12 médicos y abogados de la Superintendencia de Salud, existe una evidente incompatibilidad de versiones en varias de las declaraciones realizadas por los involucrados y el Ministerio de Salud.
Según declaraciones realizadas por la ministra de Salud, el pasado 4 de marzo en conferencia de prensa, el doctor Cristian Matto, en ese entonces director del hospital público, procedió a desmantelar la terapia de manera unilateral, es decir, sin permiso de la cartera sanitaria. Como cabeza de equipo, Barán no asumió su culpa y se limitó a destituir al doctor Matto, además de a Santiago García, Derlis León y Elías Benítez, quienes en ese momento ocupaban los cargos de viceministro de Salud, director de Redes y Servicios y director de la IV Región Sanitaria, respectivamente.
En su declaración, el doctor Matto afirma sin embargo, que la obra de la UTI neonatal se concluyó el día miércoles 19 de febrero y, que la misma fue financiada por la Gobernación de Guairá “la cual fue responsable de la construcción y la comunicación fue entre los arquitectos del Ministerio de Salud y la gobernación”. El informe asegura además -según palabras del médico- que este solo “participó de las comunicaciones en forma no formal sin criterio de decisión”.
Asimismo, el destituido doctor Derlis León asegura en su declaración que se enteró de la habilitación 72 horas antes del evento y, no recibió una “comunicación oficial de la inauguración y del posterior cierre temporal de la UTI neonatal”. Además, indica que tampoco encontró detalles de la compra de los equipos adquiridos ni de las contrataciones de recursos humanos.