
Mostrando una voluntad de hierro y personalidad desbordante, la Selección Paraguaya de Fútbol se impuso claramente este jueves por 2-0 a Uruguay por la fecha 15 de las Eliminatorias y está cada vez más cerca de consumar su regreso al Mundial luego de 16 años.
Matías Galarza, en el primer tiempo, y Don Julio Enciso, en el complemento, desde el punto penal, desataron la algarabía en Sajonia y en todo el país por la retumbante victoria del equipo de Gustavo Alfaro, que dio una lección táctica a su compatriota Marcelo Bielsa.
Bajo las orientaciones del Cazador de Utopías, el elenco nacional sigue invicto en nueve presentaciones, ganando los cinco cotejos en casa y empatando en sus cuatro salidas.
EL PARTIDO. El equipo guaraní redondeó un primer tiempo excepcional en el estadio Defensores del Chaco. Solo 10 minutos discutió el control del balón con el rival, antes de asentar completamente su estructura sobre el césped, pero luego mostró una personalidad desbordante para imponer su garra y anular la de los charrúas.
Se requirió un despliegue general y asfixiante para quitarle el protagonismo a los visitantes. Miguel Almirón mostró el camino de la presión y la actitud del 10 contagió rápidamente. Julio Enciso y Antonio Sanabria acudieron al llamado y así elaboraron a los 13 el gol paraguayo, tras una triangulación en ofensiva.
El centro de la Joya no pudo ser resuelto por la zaga celeste, pero necesitó la determinación de Matías Galarza para ganar la posición al portero Santiago Mele y desatar la locura en Sajonia con un gol que llegó sin tanta búsqueda.
Luego de la ventaja, Paraguay siguió el mismo guion táctico. No permitió la reacción de Uruguay, a la que maniató en todas las parcelas. También volvió a mostrar su colmillo en el ataque antes del descanso, con otro disparo furibundo del hombre del lapso inicial: Galarza.
En el complemento, las líneas se comprimieron. Era de esperarse. El equipo de Alfaro cortó cuando es necesario para impedir que Uruguay levante vuelo, aunque sus intenciones llegaron hasta el arco de Gatito Fernández con disparos lejanos, cuyo mayor peligro emergió de los pies de Giorgian De Arrascaeta.
En el tramo final, Paraguay dio el paso hacia adelante. El capitán Gustavo Gómez cabeceó un balón que pegó en el travesaño en el 79 y luego liquidó a su rival, gracias a la presión de Julio Enciso, quien sufrió un penal de Ronald Araújo, que el mismo delantero se encargó de hacerlo efectivo a los 81 minutos.
Fue un premio justo a un equipo que mostró amor propio y una solidaridad a toda prueba para acariciar su objetivo, el de llegar a la Copa del Mundo tras tantos desencantos.
Con este triunfazo que retumba en América y en el mundo, la Albirroja acumuló 24 puntos y se encuentra en el tercer escalón de las Eliminatorias, igualada en puntos con Ecuador, que salvó un punto ante Brasil. Justamente la Canarinha será su próximo rival, el marte, en São Paulo.