
El primero de agosto es un día clave para augurar éxito en un mes considerado entre los más difíciles del año, según la creencia popular.
Varias prácticas tradicionales continúan vigentes en la ciudad de Villarrica, debido a que en estas fechas crece la demanda del poha ñana para ahuyentar las malas vibras, entre las que se destaca el carrulim, que con siete tragos promete protegerte durante el mes.
El ñe’ẽnga (refrán) paraguayo “Agosto, vaka piru ha tuja rerahaha” (Agosto se lleva a las vacas flacas y a los viejos), retrata la idiosincrasia de la creencia popular, vigente en nuestro país, más acentuada en el interior.
Esta preparación, según la tradición, debe tomarse en siete tragos con el fin de ahuyentar las malas vibras que llegan en el octavo mes del año. Algunas variantes de esta práctica en la región indican que debe ser consumido en ayunas y al iniciar el primer día del mes.
En el caso de los menores, se cree que solo con mojar los labios con la bebida que contiene alcohol es suficiente para adquirir la protección que promete el carrulim.
La relación entre la mala onda o desgracia augurada para agosto está vinculada con el calendario agrícola, debido a que este mes solía ser el momento en el que nuestros ancestros quedaban sin provisiones si no había una buena cosecha o a consecuencia de una mala planificación para sobrellevar el invierno.