Postulan a Asunción para los juegos Olímpicos de la juventud 2030

Nuestra ciudad capital vuelve al ruedo internacional con otra candidatura para un evento de gran envergadura, esta vez para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2030, un certamen que reúne a los mejores atletas menores de 18 años de todo el mundo.

La capital guaraní, que en los últimos años se ha transformado en un polo organizador de grandes eventos internacionales, vuelve a posicionarse en la conversación global, esta vez con una aspiración histórica: convertirse en sede del máximo encuentro juvenil del olimpismo.

La postulación será evaluada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que analizará infraestructura, experiencia logística, planificación deportiva y proyección económica antes de definir quién recibirá la cita, decisión que se tomará en junio del 2026.

En la carrera también figuran importantes potencias deportivas y ciudades de renombre mundial que, como Asunción, buscan ser anfitrionas de la magna competencia ecuménica como ser Bangkok (Tailandia) y Santiago (Chile).

“Nos impresionó profundamente el potencial de estos tres proyectos para ofrecer unos Juegos Olímpicos de la Juventud espectaculares y sostenibles. Los tres cuentan con experiencia reciente en la organización de eventos internacionales en múltiples deportes, sedes de competición 100% existentes o temporales, pleno apoyo político y la visión compartida de que los JOJ pueden contribuir a un futuro mejor y más activo para la juventud de sus países”, manifestó Danka Hrbeková, miembro del COI en Eslovaquia y presidente del Grupo de Trabajo de los Juegos Olímpicos de Verano del COI.

El Comité Olímpico Paraguayo, junto con autoridades nacionales, trabaja en una propuesta que apunta no solo a la organización del evento, sino a una verdadera política de desarrollo integral del deporte juvenil. La mirada está puesta en el legado: escenarios mejorados, impulso al turismo regional, profesionalización dirigencial y la oportunidad de posicionar al país ante los ojos del mundo. Si la candidatura prospera, Asunción recibiría a 4000 atletas de 206 países, una verdadera competencia olímpica, un logro sin precedentes y un desafío a la altura del crecimiento deportivo alcanzado en los últimos años.

Si algo sostiene esta candidatura es la experiencia. Asunción viene siendo protagonista de grandes citas del calendario sudamericano y panamericano. En 2022, la ciudad fue sede de los Juegos Suramericanos Odesur, un evento que movilizó a miles de atletas y voluntarios y que dejó un fuerte impacto en infraestructura deportiva, especialmente en el Parque Olímpico. Materialización similar tuvo el Panamericano Junior 2025, evento que convocó a delegaciones de todo el continente y consolidó al país como un destino capaz de recibir multitudes.

Además, Paraguay se prepara para los Juegos Panamericanos 2031, una designación ya confirmada que obliga a sostener un proceso de modernización de instalaciones, transporte y servicios. Tener dos posibles eventos de rango olímpico en una década es un escenario que hasta hace poco parecía impensado. Hoy es parte del plan.

Los Juegos Olímpicos de la Juventud reúnen a atletas de entre 14 y 18 años en competencia multideportiva bajo el espíritu olímpico. Son una plataforma de proyección, un puente entre los procesos formativos y la élite mundial. Desde su debut en Singapur 2010, pasaron por Nankín 2014, Buenos Aires 2018 y Dakar recibirá la edición 2026, la primera en suelo africano.

Con deportes tradicionales y adaptaciones modernas pensadas para atraer al público joven, el evento combina competencia, cultura y educación olímpica, haciendo las veces de un semillero de alto rendimiento global.

La candidatura de Asunción no es solo deportiva. Es económica, social y estratégica. Un evento de esta magnitud mueve hotelería, comercio, tecnología, obra pública, turismo y generación de empleo. También potencia el orgullo nacional y abre puertas para que nuestros jóvenes crezcan compitiendo en casa, frente al mundo.

Si el COI elige a Asunción, Paraguay dará un salto histórico. Aunque el camino recién empieza y todavía es muy prematuro, la sensación es clara, nuestra capital está preparada y quiere más.