La oxitocina es conocida popularmente como la “hormona del amor”’, tiene un impacto significativo en el bienestar general de las personas y, más allá de su asociación con los vínculos emocionales, investigaciones recientes revelaron su papel crucial en procesos fisiológicos y cognitivos.
Según los expertos, la oxitocina desempeña un papel clave en las relaciones sexuales, ya que, durante las mismas se libera y actúa sobre los sistemas del cerebro relacionados con el refuerzo positivo y el placer, lo que incrementa la complicidad, el afecto y la confianza con la pareja. Aquellas personas que tienen contacto físico y sexual de calidad frecuentemente logran mayores niveles de oxitocina, aseguran los especialistas, lo que fortalece los lazos en la relación.
Pero los beneficios de la oxitocina van mucho más allá, ya que, en el embarazo y el parto, esta hormona desempeña un papel fundamental. Durante la gestación, ayuda al cerebro a no asociar todo el proceso con dolor o sufrimiento, mientras que en el momento del parto, los niveles de oxitocina se disparan, provocando las contracciones uterinas necesarias para el nacimiento del bebé. Además, este pico hormonal facilita que la madre sienta un profundo amor hacia su recién nacido.
Oxitocina y lactancia
La oxitocina también es esencial en la lactancia. La mujer genera esta hormona en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé durante el amamantamiento. A su vez, el recién nacido produce oxitocina cuando recibe caricias, baños o masajes relajantes por parte de sus padres. Este intercambio hormonal fortalece el vínculo materno-filial. Además, la oxitocina ayuda a la contracción de los músculos que rodean los conductos mamarios, facilitando la salida de la leche durante la lactancia. Este proceso, conocido como “reflejo de eyección de la leche”, permite que el bebé reciba la nutrición necesaria de manera eficiente.
Más allá de las relaciones, la oxitocina tiene efectos notables en la percepción y el atractivo dentro de una pareja. Nos hace vernos más llamativos a los ojos de nuestra pareja, genera sensaciones placenteras y consolida el vínculo. Estudios han demostrado que las parejas con niveles más altos de oxitocina tienden a experimentar una mayor satisfacción y compromiso en su relación.
Cómo activar la hormona del amor que nos hace liberar endorfinas para ser felices
La hormona del amor puede influir en la percepción de las expresiones faciales y emocionales. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Zúrich reveló que la administración de oxitocina nasal aumentaba la capacidad de los participantes para reconocer emociones positivas en los rostros de otras personas, lo que podría facilitar las interacciones sociales y la empatía.
Estudios recientes descubrieron la influencia de la oxitocina en procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria. Científicos de la Universidad de Ciencias de Tokio exploraron cómo la oxitocina afecta la memoria en animales al estudiar las “neuronas OXT” que contienen receptores para esta hormona. El equipo liderado por Akiyoshi Saitoh y Junpei Takahashi analizó las complejas vías neuronales y los mecanismos de señalización activados por la oxitocina. Sus hallazgos sugieren importantes implicaciones para el aprendizaje y la memoria, abriendo la puerta a posibles tratamientos innovadores contra la demencia.
Estos descubrimientos podrían tener aplicaciones prometedoras en el campo de la neurociencia y la medicina. La oxitocina podría desempeñar un papel clave en el desarrollo de terapias para trastornos relacionados con la memoria, como la enfermedad de Alzheimer, ofreciendo esperanza a millones de personas afectadas por estas condiciones.