¿Por qué utilizar sal gruesa en el inodoro?
La sal gruesa, un ingrediente que solemos encontrar en la cocina, tiene propiedades que van mucho más allá de condimentar alimentos. En el baño, actúa como un agente desinfectante natural que combate los gérmenes y la suciedad que se acumulan en el inodoro. Además, la sal ayuda a eliminar los malos olores, lo que la convierte en una opción ideal para mantener el baño fresco sin recurrir a costosos productos químicos.
Cómo aplicar el truco de la sal
El método es simple y efectivo. Se recomienda verter sal gruesa en el inodoro antes de ir a dormir. Al dejarla actuar toda la noche, sus propiedades antibacterianas y desodorizantes comienzan a hacer efecto. A la mañana siguiente, se sugiere derramar una olla de agua caliente en el inodoro antes de tirar la cadena. Este proceso ayuda a eliminar residuos acumulados en las paredes del inodoro y a desinfectar las tuberías.
Mezcla casera para una limpieza profunda
Para potenciar los efectos de la sal, se puede preparar una mezcla casera combinando 250 gramos de sal gruesa con 250 gramos de bicarbonato de sodio y unas 25 gotas de aceite esencial. Este último ingrediente puede variar según las preferencias de cada persona: el aceite de árbol de té es ideal por sus propiedades desinfectantes, mientras que el aceite de lavanda, menta o cítricos aportan un agradable aroma. Esta mezcla debe aplicarse siguiendo el mismo proceso, dejando que actúe toda la noche y enjuagando con agua caliente al día siguiente.
Beneficios adicionales de la sal en el hogar
Además de sus efectos desinfectantes, la sal gruesa también es útil para destapar el inodoro. Al combinarla con agua hirviendo y echarla en el inodoro, puede ayudar a disolver bloqueos y residuos acumulados. Otro truco es mezclarla con detergente y un poco de lavandina para desatascar las tuberías de forma más potente.
Precauciones: no abusar de la sal en las tuberías
Si bien este método es económico y natural, se debe tener cuidado con su uso excesivo. Las tuberías de PVC, aunque bastante resistentes, pueden corroerse si se emplea sal de manera frecuente. Por lo tanto, no es recomendable realizar este proceso más de una vez cada quince días o una vez al mes para evitar posibles daños en las cañerías.