Qué le pasa al cuerpo si consumimos demasiada sal

Uno de los síntomas más inmediatos al comer demasiada sal es la sensación de hinchazón o retención de líquidos, porque los riñones retienen agua para equilibrar el sodio en sangre. Esto puede notarse en la ropa más ajustada o en un leve aumento de peso de un día para el otro.
Otra señal típica es la sed intensa después de comidas saladas, ya que el organismo intenta compensar el exceso de sodio pidiendo más líquidos. Además, el abuso de sal puede derivar en dolores de cabeza, ya que puede elevar la presión arterial rápidamente en algunas personas, según estudios recientes.
Riesgos a largo plazo y cómo reducir el consumo
El consumo elevado de sal está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades como eccema, algunos tipos de cáncer de estómago y la formación de cálculos renales. Asimismo, investigaciones sugieren una posible relación entre la ingesta alta de sodio y un aumento en el riesgo de demencia.
Para bajar la cantidad de sodio, lo ideal es cocinar en casa y elegir alimentos frescos. Al salir a comer, pedir que no agreguen sal y optar por proteínas a la plancha con verduras puede ser una buena estrategia. Utilizar hierbas y especias en lugar de sal ayuda a potenciar el sabor sin sumar sodio.
Si bien la sal realza los sabores, es clave moderar su uso para cuidar la salud. Los controles médicos regulares son fundamentales para seguir el impacto en la presión arterial y prevenir complicaciones a futuro.