Infantino confirma que la FIFA estudia cambiar la regla del offside para «un juego más ofensivo»
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, confirmó en el World Sports Summit de Dubái que el organismo está evaluando una modificación histórica en la regla del fuera de juego. Esta propuesta busca favorecer el ataque, reducir controversias milimétricas del VAR y hacer el juego más atractivo, en un contexto de evolución tecnológica y arbitral que podría implementarse de cara al Mundial 2026.
La «ley Wenger», impulsada por Arsène Wenger, actual Jefe de Desarrollo Global del Fútbol en la FIFA, cambiaría radicalmente la interpretación actual. Hoy, un atacante está en fuera de juego si cualquier parte de su cuerpo habilitada para marcar (excepto brazos) está más adelantada que el penúltimo defensor. Con el nuevo enfoque, solo se sancionaría si todo el cuerpo del jugador está por delante, permitiendo posiciones legales si alguna parte está en línea o detrás. Infantino declaró: «Quizás en el futuro tenga que estar completamente por delante para estar fuera de juego». Esta idea, ya en fase de pruebas en categorías inferiores, promete aumentar los goles y el espectáculo.
El impacto sería profundo: defensas tendrían que bajar sus líneas, reduciendo las trampas del fuera de juego, y se eliminarían muchas interrupciones por offsides marginales que frustran a jugadores y aficionados. Además, la FIFA avanza en otras mejoras arbitrales para el Mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Pierluigi Collina, jefe de árbitros, anunció que el VAR intervendrá en jugadas de córner erróneas y revisiones de segundas amarillas, siempre priorizando la rapidez para evitar demoras.
Infantino también enfatizó medidas contra las pérdidas de tiempo, como sanciones más estrictas a porteros que retengan el balón excesivamente, complementando avances en tecnología VAR semi-automatizada.
En resumen, estas propuestas marcan un paso hacia un fútbol más dinámico, justo y emocionante. Aunque aún requieren aprobación del IFAB, representan la visión de la FIFA para evolucionar el deporte rey sin perder su esencia. El debate está abierto, y los cambios podrían transformar el juego en los próximos años