En los últimos años hubo una expansión de los diferentes tipos de cereales exportados a todo el mundo y, algunos, como la quinoa o el bulgur, solo podían encontrarse en localizaciones específicas, pero en la actualidad, los encontramos con relativa facilidad en el supermercado. Sin embargo, existe un grano poco común, pero que es muy consumido en algunos lugares del mundo y que tiene sendos beneficios para la salud: el sorgo.
Un estudio publicado en la revista Heliyon, realizado por investigadores de la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica), sostiene que el salvado de sorgo en particular sería mejor que el grano integral del mismo. Este producto integral superaría en valor nutricional a alimentos tan comunes como la leche, siendo un importantísimo activo para mejorar la alimentación en el planeta.
El sorgo se cultiva ampliamente de forma tradicional y comercial para la alimentación humana y animal en África y Asia. Es uno de los tres cereales sin gluten que se encuentran entre los siete más producidos en todo el mundo, junto al maíz y el arroz. El grano tiene la ventaja de su versatilidad: tiene una alta resiliencia durante la escasez de agua, mientras que existen variedades tolerantes a suelos que no son aptos para el cultivo de maíz.