María Luján se despidió de su familia para ingresar al quirófano del Hospital Niños de Acosta Ñu a las 18:40 del martes. Los médicos primeramente le extrajeron el dispositivo que la mantenía con vida a la espera de un donante y en horas de la madrugada le realizaron el trasplante de corazón.
A las 7:30 de este miércoles, la adolescente seguía en el quirófano tras una complicación, según confirmó su madre, María José Ibarra a radio Monumental 1080 AM.
El último reporte que recibió la familia fue a las 7:00 a través del doctor Marcos Melgarejo, del equipo cardiovascular del Hospital Acosta Ñu, quien informó que la cirugía estaba en la etapa final. Aunque la paciente se encuentra estable, está pasando por una batalla complicada dentro de las primeras 72 horas críticas de la cirugía, de acuerdo a los médicos.
“Esa reacción del corazón nuevo es lo que se complicó un poquito y está batallando con eso. Los medidos estuvieron toda la noche y madrugada y hasta esta hora no se está retirando todavía del quirófano”, comentó la madre.
La familia está expectante de que todo salga bien tras una larga espera de cinco meses por un donante de corazón.
La madre se refirió a los últimos momentos que compartió con su hija antes de ingresar al quirófano.
“Ella se caracteriza un poco por la sonrisa que tiene y me quedo con esa imagen, espero verle pronto así de vuelta con esa sonrisa en el rostro. Ella entró feliz, entró esperanzada, con mucha ilusión, con mucha fe de que todo iba a salir bien”, dijo Ibarra muy conmovida.
La donación
El corazón partió en la noche del martes desde Ciudad del Este en un avión que aterrizó en el aeropuerto Silvio Pettirossi, desde allí una ambulancia se encargó de acercarlo hasta el Hospital Acosta Ñu, con el acompañamiento de la Patrulla Caminera.
La paciente padece de una miocardiopatía dilatada en fase terminal posmiocarditis viral y llevaba alrededor de cuatro meses conectada al dispositivo Berlin Heart, conocido como corazón artificial.
El 16 de abril pasado la joven festejó sus 15 años en el Hospital Acosta Ñu, rodeada de sus familiares más cercanos y de los médicos que la cuidan diariamente.